Fri, 23/02/2024 - 07:16
Nunca hay tiempo de aburrirse cuando paticipas en la esfera cripto, ¿no te parece? Después de que Bitcoin se devaluase un 70 % en solo un año entre noviembre de 2021 y diciembre de 2022 las filas de bajistas de BTC pasaron a agrandarse, dado que se habló mucho de un prolongado invierno cripto. No obstante, lo que después ocurriría hizo que los más cínicos saliesen corriendo con el rabo entre las piernas. Desde principios de 2023 venimos asistiendo a lo que parece una carrera alcista inagotable para Bitcoin, toda vez que la pionera entre las criptomonedas ha derribado los niveles de resistencia uno tras otro hasta finalmente romper por encima del importante nivel psicológico de 50.000 $, y de momento no parece que esta tendencia vaya a frenarse. Si tenemos en cuenta la magnitud de algunos de los factores a su favor, como el próximo halving previsto y la cada vez mayor adopción institucional de la divisa tras la aprobación el pasado mes de varios ETF de Bitcoin al contado, no existen diques que puedan contener la corriente.
Como se suele decir, cuando la marea es alta levanta todos los barcos, algo que es especialmente cierto si nos referimos a Bitcoin y a la totalidad del mercado cripto. Por consiguiente, son muchas las grandes monedas y tokens que vienen disfrutando de una tendencia positiva, con una notable excepción: Monero. XRM, que saltó a la fama como moneda económica, rápida y fiable que prioriza la privacidad, se hizo por la fuerza con el mercado hasta igualar las ganancias de Bitoin durante la última carrera alcista de 2021. Sin embargo, desde la eliminación de Binance y la discusión sobre la adopción de una regulación más estricta, la divisa ha entrado literalmente en caída libre. En el presente artículo estudiaremos detenidamente las razones detrás de la fortuna opuesta que están sufriendo estas dos monedas y los movimientos que podrían describir en el futuro.
Todos los caminos llevan a Bitcoin
La moneda pionera ha protagonizado un crecimiento auténticamente arrollador durante el último año, dado que Bitcoin se ha revalorizado desde los 16.529 $ hasta los 51,097 $ desde enero de 2023 hasta la fecha de redacción, 21 de febrero de 2024, lo que supone un muy respectable crecimiento del 210 %. Y, lo que es todavía más importante, esta vez su revalorización ha sido continuada y se ha basado en sólidos factores fundalmentales, lo que resulta crucial. A diferencia de los 5 ciclos burbuja de 5 meses de 2020 y 2027, las ganancias registradas fueron sostenidas y susceptibles de ser justificadas usando métodos de análisis tradicionales.
En primer lugar se dio la tan esperada aceptación de varias solicitudes para el lanzamiento de ETF al contado por parte de la SEC, lo que impulsó el precio de BTC a lo largo del pasado año. Se dieron además otros destacados hitos en materia de regulación, tales como la adopción por parte de la Unión Europea de una innovadora y exhaustiva normativa sobre mercados de criptoactivos (Ley MiCA) en junio de 2023, o amplios debates entre las grandes estratosferas gubernamentales de más de 40 países en todo el mundo, entre ellos Japón o Las Bahamas, en torno a las principales áreas de atención de la esfera cripto.
Todos los factores arriba mencionados contribuyeron a una mejorada adopción de las divisas digitales en 2023, a medida que más y más instituciones incluyeron Bitcoin en sus carteras. De hecho, el pasado año asistimos a entradas de capital por valor de 1.000 millondes de dólares por parte de inversores institucionales, lo que hizo que la capitalización de mercado de Bitcoin se elevase por encima de los 1.000 millones de dólares por primera vez en su historia. Esto es claramente una buena señal para los HODLERs y todo aquel que pretenda obtener rendimientos estables del mercado de criptomonedas, y ha incluso favorecido la revalorización de la mayoría de contricantes de Bitcoin como Ethereum, Solana o Avalanche, si bien y como a continuación veremos, se han dado algunas excepciones notorias.
(No) todos salen ganando
Como ya hemos mencionado, no todas las divisas digitales populares logaron subirse al tren propulsado por la locomotora de Bitcoin este último año, y probablemente sea Monero, la moneda auténticamente de privacidad para aquellos que desean permanecer en el anonimato dentro de la esfera cripto, la que más atención acaparó entre todas estas. Monero se sirve de un enfoque único de transacción mixto con la ayuda de las "firmas de anillo" y crea direcciones de un solo uso para garantizar que no se pueda rastrear las transferencias de fondos. Cuenta además con velocidades de transacción superrápidas y tasas muy reducidas, lo que ha hecho que se convierta en la moneda predilecta para los mercaderes de la Darknet, lo que lógicamente ha llamado la atención de los reguladores a lo largo y ancho del planeta. Países como Japón, Australia o Emiratos Árabes Unidos han debatido largo y tendido la necesidad de ilegalizar las monedas anónimas precisamente por este motivo. La situación llegó a su punto crítico el 6 de enero de de 2024, cuando Binance anunció que excluiría XRM de su plataforma, lo que provocó que la liquidez de la moneda cayese hasta mínimos absolutos de 1,8 millones de dólares. Y es que después de elevarse a máximos por encima de los 170 $ en diciembre de 2023 se desplomó inesperadamente hasta los 105 $ semanas después del anuncio de Binance, lo que fue claramente contraproducedente para el mercado en su totalidad.
Con todo, lo realmente interesante es lo que sucedió después. La exclusión del exchange no se dio finalmente hasta esta semana y, lejos de seguir hundiéndose tal y como se esperaba, Monero ha sorprendido a todos los entendidos con su reacción, visto que ha crecido un 10 % en apenas unos días y parece lista para recuperar sus anteriores pérdidas en las próximas semanas. Les guste o no a los reguladores, Monero cuenta decididamente con utilidad, y no faltan los motivos para esperar que XRM siga ganando terreno a medida que las grandes leyendas entre las criptomonedas como BTC se alejen más y más de la visión original para estas concebida.
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